Todo lo que hoy sabemos consciente o
inconscientemente tuvo sus primeros pasos en la familia, fue allí donde aprendimos a vivir
rodeado de valores como saludar o decir la verdad, el amor que se
brindara aquí le dará a la persona seguridad y confianza en un futuro. La escuela
es otra fuente donde profesionales tratan de seguir “educandonos” de una forma muy general, donde se busca
cumplir que el niño o niña no dependa de nadie y pueda responder y actuar ante situaciones de
la vida cotidiana.
Hacer las cosas solo y bien hecho es lo que el
sistema educativo trata de enseñarnos, pero es posible mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje tratando de ver si todo radica en el cerebro y
no fuera de él.
Nosotros funcionamos desde que aprendemos a
observar nuestro entorno y ver cómo funciona el mundo, excepto cuando ya
dejamos de comprender, nos cansamos o probablemente nos decimos a nosotros
mismos inconscientemente ya lo sé todo, y nos dedicamos a preguntar, para ver
que piensa la otra persona, preguntamos
por necesidad de ya no tener que pensar sino simplemente que alguien nos lo explique, en el peor de los casos.
Es allí donde el proceso trunca su
funcionamiento pues el preguntar no está mal, sino el quedarse con la respuesta de quien lo dijo como la
única verdad.
El cerebro, nuestro órgano estrella encargado
de procesar todos los comportamientos, sentimientos, pensamientos y problemas
de nuestro cuerpo, es quien nos da la capacidad de desarrollarnos en un ámbito de
aprendizaje continuo o al menos esa es su utilidad.
Karl Friston, psicólogo cognitivo profesional
en Colombia en este ámbito habla de las decisiones que son fundamentales
en nuestra vida y las son tomadas a diario, sin embargo estas decisiones no son
tan difíciles de tomar o al menos así lo dice Friston, porque el mundo que
conocemos generalmente ya está formado es decir ya lo conocemos, ya sabemos cómo
se mueve el mundo que nos rodea entonces la decisión se torna mucho más fácil
de tomar, claro siempre y cuando nos pongamos a pensar en el entorno y la probabilidad que tiene esa
decisión en ser la correcta.
Friston también, habla desde Latinoamérica
sobre cómo funciona el cerebro de las personas, que no siempre todo lo que
nuestras neuronas trasportan van a ser
lo verdadero o real, ya que muchas veces estamos condicionados a falsas
verdades, es decir que creemos que lo que hacemos o decimos está bien, sin ni
siquiera valorarlo uno mismo, esto es a priori pero, a esto, a la experiencia
obtenida más el juicio de poder valorar la situación con probabilidades y
actuar de forma asertiva o con la mayor lógica posible lo llama conocimiento
posteriori.
El proceso crítico o el hecho de juzgar las
situaciones de manera correcta tomando en cuenta el método “posteriori” que no
es más que ver la situación, analizar que probabilidades puede tomar y escoger
la correcta con cálculos sumamente rápido en la mente que nos lleven a la
soluciona más racional o lógica posible toma gran fuerza en el convivir diario de las
personas con el título de ser más inteligentes que los demás.
Ponernos a pensar antes de hablar o de hacer
alguna actividad nos ayudará mucho y
sobre todo hará que nuestra vida camine por el sendero del Ser Humano y no ser
una máquina que realiza todas las cosas como siempre las ha hecho, programados
como robots, aún tenemos tiempo de ver y mejorar algo que tal vez estamos
haciendo mal.
Por: Juan Carlos Salas
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